Una nube de conejos

Que levante la mano el que no ha comparado, por que es la blasfemia más grande del mundo. No hay que concluir que fue mejor o peor, solo que distinto y único.

No había plata como para ir a un concierto caro, pero hubo música en el momento preciso cuando estaban en el metro.
No hubo amigos a quienes simular sonrisas hipócritas.
No hubo frases inventadas, sino sonrisas meticulosamente planeadas.
No hubo mariposas en la guata, pero si mucho cariño al despertar y más ternura al caminar.
No hubo vacaciones planeadas sino las mejores improvisadas.
No hubo amor a primera vista pero si uno extraño, ese que se descubre cada día.
Nada que pedir, nada que dar, solo disfrutar.