Escritos Imaginarios

de una mujer salvaje de la montaña

martes, julio 04, 2006

El que no tiene sangre mapuche

Encasillarnos bajo ciertos prototipos. Creo que en términos básicos la pertenencia en un grupo, ya sea de tipo político, religioso ó moral, depende exclusivamente si nos encajamos bajo un cierto prototipo ó estándar de ideas. Pero voy a ir al grano con esta idea, me refiero a la pertencia y al repudio que me causa en esta sociedad medio-en-vías-del-desarrollo-medio-mitad-mediocre la identificación con una clase social.

Desde tiempos de la colonia, cuando llegó lo peor de la madre patria a buscar mejores espectativas de vida, el "bacán" era el español que tenía plata, el que tenía más indios y el que lograba adueñarse de tierras, españoles con siglos de invasión turca, turcos provenientes de gitanos, mercaderes, de personas con gustos por las especias y de dudosa limpieza. Estos mismos españoles que nos trajeron de regalo en sus barcos el famoso resfrío común, si, el mismo con quien he luchado a palazo limpio hartas veces en mi vida. Qué ridicula pertenencia, supongo que desde esas fechas que existe en nuestra sociedad esa idea de que es mejor el extranjero, el que proviene de afuera, el que a pesar que sea como el pico (no se me ocurrió otra frase) igual está por sobre los demás, es digno de admirar. El resto, es el pueblo, cientos de mestizos que se fueron reproduciendo y han gestado al pueblo chileno. Entre tanto, con el pasar de los años, más extranjeros nos han invadido, en la primera y segunda guerras mundiales Chile, si esa franja larga y angosta, ese país que los gringos confunden con el ají, ese mismito fue el abrazo materno de centenares de famlias judías, de italianos fascistas, de alemanes asustados, de yugoslavos con ganas de soñar con la tranquilidad. Me pregunto: ¿cómo es posible qué todas esas familias que venían con el poto a dos manos han sido capaces de subir al mismo techo al que subieron los mismos españoles hediondos de más arriba?. Y es ridículo, porque si nos damos cuenta, la mayoría de la clase AB es bien distinta de la gente que vive por allá en los campos de Temuco. No hay que pensar mucho, son esas familias que dejaron todo por jugársela en la país de nunca acabar. La idea que me molesta un poco, es la de la gente que llena de arrogancia pregona por el mundo que su apellido es serbio, que es difícil de escribir ó que habla italiano y que su mujer es rica e inteligente (en mi universidad hay un profesor que encaja perfecto en el último, por no decir que lo estoy descascarando a él). Admiro esa inteligencia emocional que les hace falta a las tres cuartas partes de mi país. Pero me molesta la arrogancia.

Pero ojo que la idea de la supuesta e insconciente superioridad no sirve para todos, no empecemos a hablar de inmigrantes sudacas o medio negretes porque ahí cambia la cosa.



2 Comentarios:

Blogger Gustavo dijo...

El doble estándar chileno po: acogemos a los rubios, repudiamos a los negros. Hay un racismo intrínseco presente en la sociedad chilena, y deberíamos sentirnos avergonzados de ello.

12:59 p.m.  
Blogger Jorge Gajardo Rojas dijo...

Una vez escuché una palabra de un antropologo:El Etnocentrismo.O sea cualquier persona cree que su mundo es mejor.Hasta para un mapuche lo es.El punto es que objetivamente no lo es si uno lo ve desde de como se vive.Alguien dijo y en serio que en Chile habian chilenos de primera y segunda.Si la autodenominada elite es de primera,todo chile yo incluido estamos en el grupo dos.Otro ejemplo los nazis chilenos
ni para pelicula infantil están,estos "arios" chilensis.

5:52 p.m.  

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